jueves, 18 de octubre de 2012

"¿Por qué la conciencia de los jóvenes no se rebela contra el mal en la sociedad? ¿Por qué tantos se acomodan en comportamientos que ofenden la dignidad humana y desfiguran la imagen de Dios? Lo normal sería que la conciencia señalara el peligro mortal que encierra el hecho de aceptar tan fácilmente el mal y el pecado. Y en cambio, no siempre sucede así. ¿Será porque la misma conciencia está perdiendo la capacidad de distinguir el bien del mal?


Jóvenes, no cedáis a esa falsa moralidad en la que lo bueno es lo que me gusta o me es útil y lo malo es lo que me disgusta.. ¡No asfixiéis vuestras conciencias!"



Juan Pablo II. Homilía a los jóvenes en Denver 14/8/93


La conciencia: luz que guía mi camino

La conciencia es la capacidad que Dios nos ha dado de distinguir el bien del mal y de inclinar nuestra voluntad a hacer el bien y evitar el mal. La conciencia es tu propia inteligencia humana cuando juzga prácticamente sobre la bondad o la maldad de tus actos. Te ordena en el momento oportuno, practicar el bien y evitar el mal. Juzga las opciones concretas aprobando las buenas y denunciando las malas.

La conciencia te dice a cada momento lo que se debe y lo que no se debe hacer. Cuando haces algo bueno, la voz de tu conciencia te aprueba, cuando haces algo malo, esta misma voz te acusa y condena sin dejarte en paz. Pero su función no se limita a emitir un juicio después de que ya hiciste algo, sino que valora tus decisiones antes de que actúes y es testigo de tus actos.
La conciencia no es algo que podamos ver o tocar. Sin embargo, podríamos compararla con los elementos que forman un juicio: en él hay un juez que da la sentencia, un testigo que dice qué fue lo que pasó y una ley en la que el juez se basa para dar el veredicto. La conciencia es testigo de nuestros actos y para dar su sentencia como juez, se basa en las leyes naturales que Dios ha escrito en el corazón del hombre.

La conciencia recta conoce la verdad. Está atenta para iluminarte en cada momento de tu vida. Te aplaude cuando haces algo bueno y te recrimina cuando haces algo malo para abrirte el camino del arrepentimiento y del perdón. Una conciencia bien formada siempre te invitará a actuar de acuerdo con tus principios y convicciones, te impulsará a servir a los hombres, a promover lo positivo y eliminar lo negativo.

¿Por qué se dice que la conciencia es la voz de Dios?

Si tienes un momento, aprovecha para ver dentro de ti y descubrirás que en lo más profundo existe una ley que tú no escribiste. Desde pequeño, sabías que ciertas cosas eran malas o no permitidas, sin que nadie te lo hubiera dicho. Esta ley fue puesta por Dios en tu corazón y la conciencia la saca a relucir.


Por eso decimos que la conciencia es la voz de Dios, porque es el mismo Dios el que, al crear al hombre, le ha dado las leyes en las que se basa la conciencia para emitir sus juicios y dar sus consejos. Así que obedecer a la conciencia es obedecer a Dios, por eso es importante seguir siempre lo que ella nos dicta.


¿Puede la conciencia darme indicaciones falsas?

Desgraciadamente tu conciencia no es infalible, puede equivocarse cuando se ha deformado. Puede llegar a tener por bueno lo malo dándote indicaciones falsas o simplemente dejando de dártelas. Esto puede suceder por ignorancia, por los criterios del ambiente en el que vives, por criterios falsos que hayas interpretado como verdaderos o por debilidades repetidas.

Por eso es muy importante que tu conciencia conozca la verdad. Debes educar tu conciencia, formarla sólidamente para que te guíe hacia lo mejor: a crecer hacia la madurez.


¿Cómo se llega a deformar la conciencia?

Puedes estar seguro de que tu conciencia no se deformará de un día para otro.


La deformación de la conciencia generalmente es fruto de malos hábitos:

* Puedes deformar tu conciencia poco a poco, sin darte cuenta, si aceptas voluntariamente pequeñas faltas o imperfecciones en tus deberes diarios. A fuerza de ir diariamente haciendo las cosas "un poco mal", llega un momento en el que tu conciencia no hace caso de esas faltas y ya no te avisa de que tienes que hacer las cosas bien. Se convierte en una conciencia indelicada, que va resbalando de forma fácil del "un poco mal" al "muy mal".

* También puede suceder que deformes tu conciencia a base de repetirle principios falsos como: "No hay que exagerar", "Tómalo con calma", "Todo el mundo lo hace", "A cualquiera le puede pasar". Se convierte así en una conciencia adormecida, insensible e incapaz de darte señales de alerta. Esto se da principalmente por la pereza o la superficialidad, que te impiden entrar a ti mismo para analizar lo que haces.

* Puedes convertir tu conciencia en una conciencia domesticada si le pones una correa, con justificaciones de todos tus actos, cada vez que quiera llamarte la atención, por más malos que estos sean: "Lo hice con buena intención", "Se lo merecía", "Es que estaba muy cansado", etc. Es una conciencia que se acomoda a tu modo de vivir, se conforma con cumplir con el mínimo indispensable.

* También puede ser que tu conciencia sea una conciencia errónea, es decir, que te dé señales falsas porque no conoce la verdad. Esto puede ser por tu culpa o por culpa del influjo del ambiente en el que vives.

Hay varios tipos de conciencia errónea:

Conciencia ignorante. Es la que realmente no sabe si los actos son buenos o malos y permite que cometas actos malos sin darte cuenta de su maldad. Es el caso de cuando no conoces una ley y la quebrantas. Si no la conoces porque no tenías forma alguna de conocerla, entonces no tienes ninguna culpa; pero si no la conoces porque no querías conocerla, entonces pecas como si la conocieras.

Conciencia escrupulosa. Para este tipo de conciencia todo es malo. Es opresiva y angustiante pues recrimina hasta una imperfección natural exagerándola como si fuera una falta horrible.
Conciencia laxa. Es lo contrario de la escrupulosa. Este tipo de conciencia minimiza las faltas graves haciéndolas aparecer como pequeños errores sin importancia.
Conciencia farisaica. Es la que se preocupa por aparentar bondad ante los demás mientras en su interior hay pecados de orgullo y soberbia. Es hipócrita, quiere que todos piensen que es buena y eso es lo único que le importa. Se preocupa de cumplir las normas y reglas exteriores y se olvida de la caridad y de la justicia. Reza mucho, pero es la que más critica a los demás.

¿Cómo puedo darme cuenta de que mi conciencia está deformada?


Hay tres reglas importantes que debe seguir toda conciencia recta:


1. Nunca puedes hacer el mal para obtener un bien. En otras palabras: el fin no justifica los medios.


2. No hagas a otros lo que no quieres que te hagan a ti, o visto en forma positiva: trata a los demás como te gustaría que ellos te trataran.


3. Respeta siempre los actos de los demás y los juicios de su conciencia. Esto quiere decir que tu conciencia no debe juzgar los actos de los demás, sino únicamente los tuyos. "Cree todo el bien que oye y sólo el mal que ve."


Si te das cuenta de que tu conciencia viola alguna de estas reglas y no te avisa en el momento adecuado, ni te recrimina por ello, es muy factible pensar que está desviada o deformada.



Al percibir esto, lo mejor es poner enseguida manos a la obra para mejorar, teniendo en cuenta los siguientes tres aspectos:


1. Tienes obligación de formar tu conciencia de acuerdo con tus deberes personales, familiares, de estudiante y ciudadano; los 10 mandamientos, los mandamientos de la Iglesia y todas las responsabilidades que hayas contraído libremente. Esta obligación es tuya y nadie la puede cumplir en tu lugar.


2. Es necesario que actúes siempre con conciencia cierta, es decir, que los juicios de tu conciencia sean seguros y fundados en la verdad. Por ello debes, estudiar y preguntar cómo actuar correctamente.


3. Nunca olvides que si tu conciencia está deformada sin que tú seas culpable de ello, como podría ser porque alguien te aconsejó con criterios falsos, entonces la responsabilidad de tus actos es menor, pero si tu conciencia está deformada por tu propia decisión o negligencia, por no haber puesto los medios para formarla, entonces la responsabilidad de tus actos y su culpabilidad es mayor.


¿Qué puedo hacer para formar mi conciencia?


* Estudia el Evangelio y el Catecismo, infórmate de qué tratan los documentos del Papa y de la Iglesia. Recuerda que el pretexto de "es que nadie me lo había dicho", no sirve como excusa ante Dios, pues es propio de una persona madura formarse e informarse de las normas que deben regir su vida.


* Reflexiona antes de actuar. No te guíes por tus instintos o por los slogans que oyes, sino por convicciones serias y profundas. Recuerda que tampoco es buen argumento el "creí que era bueno porque todo el mundo lo hace".


* De vez en cuando revisa tu vida, buscando lo que Dios quiere de ti y viendo en qué puedes estar fallando.


* Pide ayuda y consejo a alguien que conozca bien su fe. Puede ser un sacerdote. Una visión objetiva y externa de tu vida siempre será útil. Muchas veces puedes estar ahogándote en un vaso de agua, pero verdaderamente te estás ahogando. Necesitas alguien que te diga que es sólo un vaso y te saque de él.


* Nada mejor que un buen examen de conciencia seguido por una buena confesión. Si te confiesas frecuentemente, tu conciencia se irá haciendo más delicada y más sensible a la voz de Cristo y a tus pequeñas faltas. Si esperas a tener un pecado "gordo" para confesarte, tu conciencia irá perdiendo sensibilidad a los detalles será cada vez más tosca y burda.


* Sé sincero contigo mismo, con Dios y con la persona que te guíe espiritualmente. Llámale a cada cosa por su nombre, sin tratar de justificar lo que haces o de darle nombres disfrazados que aparentemente le quitan importancia a los fallos y aún a los pecados graves.


* Actúa siempre de cara a Dios, con ganas de darle gusto a Él y no a los demás. Los criterios de los amigos, del "qué van a pensar de mí" o de "es la moda", no son criterios que justifiquen una mala acción.


* No te desanimes ante las caídas, aunque sean muy profundas. Aprende siempre a comenzar de nuevo. Nunca te dejes llevar por el "ya no lo voy a intentar, pues siempre vuelvo a caer en lo mismo".


* Forma hábitos buenos. Programa tu vida y tu tiempo y no te permitas ninguna imperfección voluntariamente aceptada.


Algunos grupos que promueven las "dinámicas de grupo" utilizan el chantaje emocional y tratan de manejar los afectos de los personas, presionándolos a hacer cosas indebidas y los terminan llevando a una pérdida total de su identidad y de sus convicciones personales. Te dirán que eres demasiado radical y "atrasado" si crees en el pecado. Que eres "mocho" si no te prestas con ellos para cosas que sabes que te alejarán de Dios. Si tienes una conciencia clara y el deseo de ser verdaderamente santo, podrás defenderte y hacer frente a la presión y chantaje que los demás desean imponer sobre ti.



Comentarios al autor: lplanas@catholic.net

miércoles, 17 de octubre de 2012

DECALOGO DE LA SERENIDAD

  1. Sólo por hoy trataré de vivir exclusivamente el día, sin querer resolver el problema de mi vida todo de una vez.
  2. Sólo por hoy tendré el máximo cuidado de mi aspecto, cortés en mis maneras, no criticaré a nadie y no pretenderé mejorar o disciplinar a nadie sino a mí mismo.
  3. Sólo por hoy seré feliz en la certeza de que he sido creado para la felicidad, no sólo en el otro mundo, sino también en este.
  4. Sólo por hoy me adaptaré a las circunstancias, sin pretender que todas las circunstancias se adapten a mis deseos.
  5. Sólo por hoy dedicaré diez minutos de mi tiempo a una buena lectura, recordando que, como el alimento es necesario para la vida del cuerpo, así la buena lectura es necesaria para la vida del alma.
  6. Sólo por hoy haré una buena acción y no lo diré a nadie.
  7. Sólo por hoy haré por lo menos una sola cosa que no deseo hacer, y si me sintiera ofendido en mis sentimientos, procuraré que nadie se entere.
  8. Sólo por hoy me haré un programa detallado. Quizá no lo cumpliré a cabalidad, pero lo redactaré y me guardaré de dos calamidades: la prisa y la indecisión.
  9. Sólo por hoy creeré aunque las circunstancias demuestren lo contrario, que la buena providencia de Dios se ocupa de mí como si nadie más existiera en el mundo.
  10. Sólo por hoy no tendré temores. De manera particular no tendré miedo de gozar de lo que es bello y creer en la bondad.

Puedo hacer el bien durante doce horas, lo que me descorazonaría si pensase tener que
hacerlo durante toda mi vida.

Papa Juan XXIII



VALORACIÓN DEL MATRIMONIO

Cuando llegué a casa esa noche, mientras mi esposa me servía la cena, le tome su mano y le dije, tengo algo q decirte... Ella se sentó y comió callada... La observe y vi el dolor en sus ojos... De pronto, no sabía cómo abrir mi boca, pero tenía q decirle lo q estaba pensando: "quiero el divorcio"... Ella no parecía estar disgustada por mis palabras y me preguntó ...


suavemente: por qué ? Esa noche no hablamos, y ella lloraba... Yo sabía q ella quería saber q estaba pasando con nuestro matrimonio, pero no pude contestarle... Sucedió que ella había perdido mi corazón a causa de otra mujer llamada Juana. Yo ya no amaba a mi esposa, ... Solamente le tenía lástima!

Con un gran sentido de culpabilidad, escribí un acuerdo de divorcio y en este acuerdo ella se quedaba con la casa, el carro y el 30% de nuestro negocio. Ella miró el acuerdo y lo rompió en pedazos! Ella pasó 10 años de su vida conmigo y éramos como extraños! Yo le tenía lástima, por todo su tiempo perdido, su energía, pero ya no podía cambiar, ... Yo amaba a Juana ! De pronto empezó a gritar y a llorar, como para desahogarse ... La idea del divorcio ahora era aún más clara para mí...

El próximo día llegué a casa y la encontré escribiendo en la mesa... No cené y me fui a dormir, estaba muy cansado de haber pasado el día con Juana... Cuando desperté, todavía estaba mi esposa escribiendo en la mesa... No me importó, me viré y seguí durmiendo... Por la mañana, mi esposa me presentó sus condiciones para el divorcio: no quería nada de mí, pero necesitaba un mes de aviso antes del divorcio... Me pedía en el divorcio que por un mes tendríamos q vivir como si nada hubiera pasado y llevarnos normal... Su razón era simple: nuestro hijo tenía todo ese mes exámenes y no quería molestarlo con nuestro matrimonio quebrantado...

Yo estuve de acuerdo, pero ella tenía otra petición: q me acordara cuando yo la cargue a nuestro cuarto el día que nos casamos ... Me pidió q, por ese mes, todos los días la cargara del cuarto hasta la puerta de salida de la casa ! Pensé q se estaba volviendo loca... Pero para q la fiesta fuera en paz, acepté. Le conté a Juana lo q mi esposa me pidió y Juana se reía en voz alta y dijo q era absurda esa petición, que no importaba q truco mi esposa usara, tendría q darle la cara al divorcio... Mi esposa y yo no teníamos contacto físico desde q expresé mis intensiones de divorcio, así q cuando la cargué el primer día, hasta la puerta del frente, los dos nos sentimos mal...

Nuestro hijo caminaba detrás aplaudiéndonos y diciendo: papá está cargando a mi mami en sus brazos! ... Sus palabras me dolieron mucho... Caminé los 10 metros con mi esposa en mis brazos. Ella cerró los ojos, y me dijo, en voz baja: no le digas a nuestro hijo del divorcio, por favor ... Asentí con el cabeza, un poco disgustado, y la bajé cuando llegué a la puerta, ... Ella se fue a esperar el transporte para ir al trabajo. Yo manejé solo al trabajo...

El segundo día, los dos estábamos más relajados, ella se apoyó en mi pecho y pude sentir su fragancia en su blusa... Me di cuenta q hacía tiempo que no la miraba detenidamente. Me di cuenta que ya no era tan joven, tenía algunas arrugas, algunas canas...! Era notable el daño de nuestro matrimonio ! Por un momento pensé y me pregunté: q fue lo que le hice?

El cuarto día, la cargué, sentí que la intimidad estaba regresando entre ambos ... Esta era la mujer que me dio 10 años de su vida, de su juventud ... En el quinto y sexto día, seguía creciendo nuestra intimidad... No le dije nada a Juana al respecto. Cada día era más fácil cargar a mi esposa y el mes se iba corriendo... Pensé q me estaba acostumbrando a cargarla, y que tal vez era por eso que se me hacía cada vez menos notable el cargar el peso de su cuerpo...

Un mañana ella estaba mirando q ponerse,... Se había probado muchos vestidos, pero no le servían! Quejándose dijo: mis vestidos se han puesto grandes y fue ahí q me di cuenta q estaba muy delgada! Y era esa en realidad la razón por la que yo ya no sentía su peso al cargarla... De pronto me di cuenta q se había enterrado mucho en el dolor y la amargura ... Sin darme cuenta, le toque su cabello ... Nuestro hijo entró al cuarto y dijo: papá llegó el momento de q cargues a mamá hasta la puerta ... Para mi hijo, ver a su padre, día tras día, cargar a su mamá hasta la puerta, se había convertido en una parte esencial de su vida ... Mi esposa lo abrazó, yo viré mi cara ... Sentí un gran temor q cambiaría mi forma de pensar sobre el divorcio ... Ya cargar a mi esposa en mis brazos hasta la puerta, se sentía igual que el primer día, el día de nuestra boda ... Ella acariciaba mi cuello natural y suavemente ... Yo la abrazaba fuertemente, igual q nuestra noche de bodas... La abracé y no me moví, pero la sentí tan livianita y delgada q me dio tristeza... El último día igual la abracé y no quería moverme, ... Le dije : no me di cuenta q ya no teníamos intimidad, ... Mi hijo iba para la escuela y yo manejé para la oficina,...

Salí del carro, sin cerrar la puerta, subí la escalera, Juana me abrió la puerta, y le dije: discúlpame, lo siento, no quiero divorciarme de mi esposa... Juana me miró , me preguntó si yo tenía fiebre ?! Y yo le dije: mi esposa y yo nos amamos,... Solo era q entramos en rutina y estábamos aburridos,... Hasta ahora, no valoramos los detalles de nuestra vida, pero desde q empecé a cargarla nuevamente, todos los días, del cuarto a la puerta, me doy cuenta que debo cargarla por el resto de nuestras vidas... Hasta la muerte!!! Juana empezó a llorar, me dio una bofetada y tiró la puerta...

Bajé las escaleras, me monté en el auto, llegué a la floristería y le compre flores a mi esposa,... La joven en la floristería me preguntó: q le escribo en la tarjeta, Sr. ? "te cargaré todas las mañanas, hasta q la muerte nos separe!!!", le dije ... Llegué a mi casa, con flores en las manos y una sonrisa, solo para ella, ... Corrí y subí las escaleras, entré en la habitación... Y encontré a mi esposa muerta !!! Mi esposa estaba batallando con la terrible enfermedad del cáncer y yo, estaba tan ocupado con Juana, q no me di cuenta...

Mi esposa sabía q se estaba muriendo y por eso me pidió un mes de aviso antes del divorcio, para q a nuestro hijo no le quedara un mal recuerdo de un divorcio, ... Para q no tuviera una reacción negativa !!! Para q, por lo menos a mi hijo, le quedara grabado en sus ojos y sus recuerdos, q su padre era un hombre maravilloso, un esposo q amaba a su esposa!!! Estos pequeños detalles son lo que importa en la vida, en una relación, ... No la casa, el carro, el dinero en el banco, ... Esto solo parece crear un ambiente que crees podría llevarte a la felicidad, pero en realidad : no es así !!! Trata de mantener tu matrimonio feliz... Recuerda siempre el primer día de esa linda historia...



Comparte esto en tu muro, quizás estés salvando un matrimonio...



No sabemos realmente ni valoramos lo q tenemos hasta que lo perdemos