viernes, 10 de septiembre de 2010

NADIE TE AMA COMO YO

El diagnóstico

El Papa Benedicto XXVI, un teólogo, estudioso, mirador de la actualidad, escribió su primera encíclica con el tema del amor de Dios, ¿qué lo motivó, qué lo impulsó para que su primera carta fuese con el tema del amor de Dios?
Lo que vio el Papa fue un hombre sediento de amor, hambriento de afecto, observó que lo que hoy conocemos como amor no lo es, sino que tan solo es una caricatura deformada. También vio la manera como los medios están modelando los el comportamiento, los patrones y la forma de actuar y pensar de las personas. Vio un hombre que es un ser solitario, incapaz de convivir, de amar, lleno de enemistad y separado de los demás.

Pero en el Plan de Dios no está bien que el hombre esté solo, hoy existe una soledad acompañada, varias personas que habitan una misma casa, pero sus corazones están separados, conectados a aparatos de comunicaciones, pero incomunicados, esto conlleva a convertirse en una clase de solitario que necesita ser escuchado.

El ser humano de hoy es un ser humano con depresión, en los mercados ya se encuentran a la venta pastillas que esconden la depresión, como si se tratase de una aspirina, es tan normal que las personas estén deprimidas y ahora más los jóvenes, pero el efecto de las pastillas pasa y vuelve la depresión, el desencanto contra la vida.

El Papa vio un hombre confundido, buscando la felicidad, el amor y la realización, en el lugar equivocado. Un hombre que piensa que todo es relativo, no hay absolutos no hay decisiones radicales, no hay referentes de absoluto frente a nada, todo depende, no hay normas, patrones, morales, fronteras. Hoy hablamos del hombre que se siente libre por hacer lo que le da la gana, pero es un ser humano confundido, sin verdades, lo que conlleva a hacerlo sentir miedo, inseguridad, indiferente entre la diferencia entre el bien y el mal.

El amor de Dios diviniza al hombre

Sólo el amor es capaz de divinizar al hombre y sólo por amor Dios se humaniza; el amor es capaz de hacernos un poco de Dios, el amor es un poder, el Cantar de los Cantares dice que “el amor es mas fuerte que la muerte”, tan poderoso que vence lo inevitable. El amor redime la soledad, nos libera cuando nos sentimos amados por Dios, nos libra del sin sentido; es necesario experimentar ese amor para salir redimidos, hay que creerle a Dios, el amor perdona, se abaja para levantar al otro.

El amor libera en una sociedad que está llena de cadenas, miedos, tristezas y vacíos, desencantada de la vida, el amor desata los apegos humanos, el amor sana, cambia nuestra vida totalmente.

Conclusiones
Si el amor de entre los hombres es sanador, que decir del amor de Dios; podríamos hablar de cuatro características del amor de Dios:

1) El amor de Dios es gratuito, lo da porque quiere, por encima de mi pecado, no es por mis meritos, es porque sencillamente me creo y me ama.
2) El amor de Dios es eterno, es irrevocable, nos ama por siempre.
3) El amor de Dios es sin condiciones, no por lo que yo haga o deje de hacer.

La experiencia más grande del ser humano es sentirse amado por Dios, no como un hecho meramente racional, sino como una realidad en el corazón. El día que nos abramos a ese amor, lo aceptemos y lo acojamos, ese día no habrá más cadenas, ni miedos, estaremos redimidos, recreados, cambiados; nadie nos ama como Dios, el amor

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